domingo, 21 de octubre de 2012

"El lugar de los hijos, está con sus padres"


“El lugar de los hijos, es con sus padres”


Esta frase fue dicha de manera solemne, por la madre de una adolescente centroamericana en crisis, que se negaba a volver a su casa con su madre. La historia de la joven tiene apenas tres años en Suiza, luego de haber vivido separada de su madre 5 años, desde los 7 hasta los 13. En su país en manos de la abuela y una tia,y  luego viviendo con una hermana mayor. Nadie logró poner a la niña en un ritmo de estudio y estabilidad emocional, por un lado muy mimada, porque “la pobre se quedó sola” y por el otro lado, nadie quería tomar del todo la responsabilidad, porque educar y disciplinar requieretiempo y  trabajo, y cada uno de los que estuvieron a cargo tenían sus propias vidas, como es normal. 

A los 13 años vino la fase de mayor rebeldía y pésimas notas en el colegio. Esto coincide con el cambo en el estatus legal de la madre en Suiza y por eso logra traer a la jovencita a este país.
A su llegada primera semana fue como beber néctar, se borraró en el corazón de ambas la sombra del abandono, la madre sentía y siente aún que hizo una labor titánica de reunificación, en ella hay un sentimiento casi de heroísmo que aún hoy permanece. La jovencita sentia que ya nadie la podrá mirar con pena, se acabó el ser:  “la abandonada”.
Tristemente, luego de los dorados días del reencuentro se inicia una larga lista de desencuentros, la jovencita no conoce  a esta mujer que le da órdenes con autoridad de madre y que no tiene casi tiempo para explicarle las cosas, porque trabaja y ademas tiene que ocuparse de la casa.   Casi sin poder respirar se inicia el cole y el esfuerzo por encajar en este sistema es coronado con  fracasos. El idioma cuesta muchísimo aprenderlo, ser extranjera de un día para otro, cuesta mucho hacer nuevos amigos, los profesores son  mucho más estrictos, y la madre trabajando. Todo es carísimo, y ya no recibe los regalos como cuando vivía en su país y su mami mandaba la remesa mensual o trimestral.
Todo se hace cuesta arriba, y para la adolescente esa madre extrañada, añorada, es ahora un mujer de carne y hueso, siempre apurada y cansada y que ya casi no puede comprar regalos. Hablar y compartir, en este país son lujos que hay que darse, robando tiempo a la rutina. 

Con casi 17 años y sin lograr completar su educación, ahora está bajo presión para trabajar como mucama en un hotel pequeño, para con este aprendizaje poder llegar a diplomarse en un oficio. Lejanos están los sueños de cuando vivía en su país y la ropa que mami le mandaba desde Europa era la mejor, „era una princesa, abandonada pero princesa “;  “aquí soy menos que cenicienta”.” Quiero volver con mi abuela”, “allí puedo terminar el colegio y hasta ir a la universidad.”
Al entrar la madre a la consulta,  dijo la frase  que cayó sobre la jovencita: “el lugar de los hijos es con sus padres” no voy a pagar tu regreso ni pienso mandar dinero, tienes que aprender a ganarte la vida, aquí como mucama  ganaras más dinero que como profesional en nuestro país, el país está lleno de médicos y abogados que ahora son taxistas”. La respuesta de la joven fue: si el lugar de los hijos es al lado de sus padres”  nunca debiste dejar tu puesto a mi lado en nuestro país. Tu rompiste la regla ahora ya no funciona más, mi lugar no es a tu lado mamá”.
Agradecida a Ma.C. B., que me permite contar su historia de joven inmigrante, yo no tengo la respuesta y cada familia encuentra sus propias soluciones, según sus circunstancias. Lo que no se puede negar es que las decisiones que toman los padres al emigrar, tiene consecuencias a largo plazo en la relación con los hijos y la familia. Vale la pena saberlo, antes de decidirse a emigrar.

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